Generalmente la gente considera un buen logo a lo que encuentra bonito o le gusta personalmente, otros afirman que debe ser «creativo» o pensar fuera de la caja. Muchos incluso creen que es algo subjetivo, como si fuera arte, por lo que no se puede evaluar de forma técnica o criticar.
Pero la creación de logos son parte del diseño gráfico, y este tiene objetivos definidos, que se logran a través del análisis técnico y estratégico de las necesidades del cliente para el cual se crea el logo.
Entonces, ¿Qué hace a un logo, un buen logo?
Un buen logo según Sagi Haviv
Según Sagi Haviv, un diseñador y socio de una de las firmas de diseño más grandes de Estados Unidos, un buen logo no es algo que a alguien le gusta o no le gusta, es lo que funciona. Además, plantea que debe tener 3 características principales, ni más ni menos. Debe ser simple, adecuado y memorable o distintivo.
Un buen logo es Simple

Debe ser simple, para que sea fácil de usar en diferentes aplicaciones; carteles, ropa, tiendas, sitios web, plataformas móviles, etc. Por eso también es importante realizar un análisis estratégico de la marca, para diseñar con estas aplicaciones en consideración.
Que sea simple, no quiere decir que sea fome, o poco creativo o necesariamente flat o minimalista. Pero es muy importante no colapsar un logo con muchos conceptos diferentes o incluir muchos temas o ideas. Por ejemplo, no es necesario incluir un dibujo del producto o un guiño clever a lo que vendemos. El nivel de simpleza de un logo va a estar determinado por sus aplicaciones y por la industria el estilo de la marca.
Los diseñadores que no son especialistas en marcas, suelen creer que los logos tienen muchos deberes y funciones que cumplir; pero los logos son sólo un identificador en un nicho de mercado, son el estandarte o cara visible de una marca, que se va a usar en ciertos contextos con la marca, encima de los productos o en conjunto con material de publicidad, así que no es necesario repetir la información en el logo.
Un buen ejemplo de un logo -simple pero no tan simple- es Starbucks. Cuyo logo lo han simplificado cada vez más con los años, pero sigue siendo una ilustración.
Según esta regla, Starbucks tiene un mal logo? No necesariamente.
Su logo no es tan simple, pero es adecuado para sus aplicaciones principales, que son la tienda y las tazas, lo que nos lleva al segundo pilar de este artículo.
Un buen logo es Adecuado

Segundo, tiene que ser adecuado. Esto quiere decir, que tiene diseñarse pensando en la industria en la que va a competir, en los servicios o productos que vendemos, en el posicionamiento de la marca, en el nicho específico de cliente y al perfil de cliente ideal con el que queremos conectar, entre otros factores que se desarrollan con la estrategia de marca e investigación.
En términos técnicos para los diseñadores, adecuado muchas veces quiere decir que las figuras o tipografías usadas en la construcción del logo, deben respetar cierta línea gráfica o «idea gráfica», esto también puede basarse en algo cultural.
Por ejemplo, crear un logo para la identidad de marca de una constructora, que use figuras redondas y/o delgadas, y una tipografía con minúsculas, con poca fuerza y estilo manuscrita, podría considerarse no apropiado para una marca que busca representar estructuras confiables y sólidas, no tan sólo por seguir una «tendencia del mercado» o copiarle a la competencia, si no, por la percepción visual que esa empresa va a tener y la asociación directa a sus servicios o productos.
Un buen logo Memorable o Distintivo

Sagi Haviv plantea como tercer punto que sea memorable o distintivo. Memorable, por que a pesar de ser simple, tiene que ser lo suficientemente llamativo para generar pregnancia en la audiencia que interactúa con el logo.
Pero más importante que esto, y en mi opinión personal, es que sea distintivo. Son palabras similares, pero distintivo hace enfoque en que destaque por los demás en su industria o nicho de mercado. Que la primera interacción con la audiencia objetivo, es decir verla, llame la atención.
Muchas veces, el sólo hecho de tener un logo de calidad gráfica alta, destaca por sobre la competencia que se ha quedado obsoleta en cuanto a identidad gráfica. Aquí aplica el dicho de «todo entra por la vista»
Memorable por otro lado, es algo que se produce solamente con años de exposición, no importa que tan creativo o clever sea el trabajo, que colores use o que juego de palabras haga. Sólo el tiempo y el correcto posicionamiento en el mercado, hace que una marca sea memorable, y eso a su vez, lo convierte en un buen logo.
Los diseñadores no especialistas, se ven constantemente atrapados en este punto, invierten horas desarrollado ideas «creativas» para llamar la atención del todo aquel que interactúe con la marca y provocar un efecto wow, que digan «Que creativo es ese logo».
Pero esto no es el caso de la realidad, y aunque lo fuera, provocar estas emociones no llevaría a que la audiencia se transforme en clientes, no aumentaría las conversiones del sitio web u otros canales de venta, ni tampoco convencería a potenciales clientes a cambiar de la competencia a nosotros. Por lo tanto, enfocarse excesivamente en este punto no tiene sentido, ya que no aporta a la finalidad última del logo. (Destaco la palabra clave «excesivamente» por que no es un crimen pensar en estas cosas para agregarle un valor subjetivo a la marca).